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¡BIENVENID@!

¡BIENVENID@!

En este blog encontrarás las recetas que he ido descubriendo, adaptando, reinventando o creando… sin trigo, sin levaduras ni lácteos. Lo que en principio parece una limitación, se puede convertir, con un poco de cariño, imaginación y ganas de experimentar cosas nuevas en un reto apasionante que permite descubrir ingredientes y sabores antes desconocidos y ensanchar los horizontes de nuestra cocina de forma saludable y sabrosa... haciéndonos sentir que el mejor restaurante está en nuestra propia casa.

lunes, 15 de agosto de 2011

Venera (OV, SG)




15 de agosto. Día de fiesta en media España. En mi pueblo también. Y, aunque este mes estoy en modo vacacional, llevo tiempo pensando en publicar algo especial para este día, algo típico de mi tierra, la venera. Es el postre que tradicionalmente se come durante las fiestas patronales. Las confiterías lo hacen todo el año, pero en las familias normalmente se suele preparar sólo en estas fechas. Así que, aunque es bastante calórico, ya se sabe, una vez al año... 




Se hace a base de almendra, azúcar y huevo. He visto en internet que algunos dicen que la hay con nuez o avellana. Ni caso, eso no es venera. La venera lleva sólo almendra, ni harina ni otros frutos secos. La receta que comparto hoy es la que utilizamos en mi familia desde siempre, tal y como la he aprendido a hacer de mi madre.

Como todos los años, yo me he encargado de hacerla para la comida familiar. Me encanta. No os voy a engañar, resulta bastante laboriosa pero el proceso es muy entretenido y creativo. Si de pequeños os gustaba modelar plastilina, os encantará... ;) ... ¡y el resultado compensará con creces el tiempo invertido!

Hasta ahora siempre la había hecho con azúcar blanco pero esta vez quería ver cómo quedaba con panela, que es el azúcar que utilizo habitualmente. Tengo que decir que el resultado ha sido muy bueno, aunque para la próxima tendré que tener en cuenta una cosina que ahora os comento. La panela le ha dado un sabor increíble, mucho, mucho  mejor que el azúcar blanco. Eso sí, la textura que produce en la masa es diferente, resulta más melosa y pegajosa. Esto no plantea problemas para manejar la masa y moldearla pero hay que recordarlo a la hora de calcular la cantidad de huevo: con panela se necesita menos. Como yo no lo sabía, me quedó un poco más blanda de lo normal (aunque apenas lo noté al amasar) y se me deformó un poco en el horno. Nada que no se pueda resolver con una decoración hecha con amor...

A los que no conocéis este plato, os animo sinceramente a probarlo, no por orgullo local, sino porque realmente creo que merece la pena. Yo se lo suelo llevar a los amigos de otras comunidades y aún no conozco a nadie que no le guste... Eso sí, llena mucho, así que no hagáis mucha cantidad de golpe. Una venera de 250 gr es ideal para probarla. Tomadla con un buen cafetín y luego me contáis... ;)

Para los que la conocéis o incluso estáis acostumbrados a hacerla, probad a utilizar panela, creo que no volveréis nunca más a hacer venera con azúcar blanco ;)) 



INGREDIENTES: 

Para la masa:
- 500 gr de almendra sin tostar (molida o entera con piel*)
- 425 gr de azúcar (panela)
- 1 huevo entero
- 1 yema (puede que no toda)

Para la decoración:

- 1 clara de huevo
- 250 gr de azúcar glas (puede que no se llegue a necesitar toda)
- unas gotas de zumo de limón
- cerezas confitadas S/G (por extraño que parezca, algunas marcas llevan gluten): mejor si son rojas y verdes, para que quede más vistosa. Yo sólo tenía rojas.

ELABORACIÓN:

* Si se utiliza almendra entera y con piel, hay que escaldarla en agua hirviendo unos minutos para quitarle la piel, extenderla sobre una bandeja amplia y dejarla secar (al sol si es posible). Cuando esté seca, se muele con un molinillo de almendra o un robot. Esto significa que hay que programarse muy bien, pues habrá que hacerlo con bastante antelación para que dé tiempo a secar la almendra y elaborar el postre. Si nos queremos ahorrar todo este proceso, tendremos que comprar la almendra pelada (sin tostar) y molida.

Precalentar el horno a 180º. Yo he utilizado calor inferior y superior con turbo.

En primer lugar, se mezcla la almendra con el azúcar sobre la superficie de trabajo.

Mezcla de almendra y panela

Se forma un volcán con la mezcla y se pone en medio el huevo. La yema restante se bate en un bol y se va añadiendo poco a poco según se va amasando hasta conseguir el punto justo en que obtenemos una masa consistente que forma una bola con facilidad. Puede que no necesitemos toda la yema o quizás tengamos que añadir algo más si los huevos son pequeños. Esta es una de las claves para conseguir una buena venera: si la masa queda demasiado blanda, se resquebrajará al cocer o se ensanchará, perdiendo la forma que le habremos dado y resultando antiestética; si queda demasiado dura, al comerla tampoco resultará agradable. Tiene que quedar consistente y conservar su forma en el horno pero ser agradable al paladar.


Tradicionalmente, la venera se hornea sobre papel de oblea (que se mantendrá al servirla en la mesa) en la bandeja del horno u otra, incluso en la misma de cartón en la que se suele servir. Sin embargo, como la oblea está elaborada con harina de trigo, nosotros tenemos que prescindir de ella, pero no es ningún problema. Como alternativa, podemos utilizar papel de horno o una bandeja de silicona. Yo he optado por ésta última.

Al utilizar panela, el color de la masa resulta morenito;
si se utiliza azúcar blanco resultará dorado pálido
Se van cogiendo porciones de la masa y con las manos se le da forma de rulo que se moldea al gusto para ir componiendo el diseño de la venera. Hay tantas posibilidades como imaginación tengamos. A mí me gusta hacerla distinta cada vez.

Venera antes de hornear

Lo ideal es dejar la masa reposar así, con el diseño hecho, de un día para otro. Coge consistencia y queda mucho mejor después de hornearla. Yo no tenía tiempo, así que la horneé directamente.

Poner a altura media del horno y cocer sólo un poco. Hay que estar muy atentos porque se trata simplemente de que se dore un poquitín. Con azúcar blanco ha de quedar dorado pálido, con panela queda bastante más doradita. En seguida está lista. En mi caso, al utilizar panela, como se me alteró un poco el punto de la masa, la tuve 20 minutos en el horno, pero normalmente no hace falta tanto.


Venera recién horneada
Es importante dejarla enfriar sobre la misma bandeja, pues puede estar aún algo blanda y romperse al manipularla. Ha de enfriar completamente antes de decorar.

Para la decoración utilizamos glasa

Esta se prepara así: 

A mano: En un bol se pone la clara de huevo y se remueve un poco con un tenedor. Luego se añaden como unos 100 gr de azúcar glas y se remueve con el mango del tenedor para integrarlo. Se va añadiendo el azúcar poco a poco, continuando hasta que se ve que la mezcla tiene la consistencia adecuada, firme. Entonces se agregan unas gotitas de zumo de limón y se remueve de nuevo. 

Con batidora de varillas: Igual pero al principio se bate la clara un poco hasta que se forme un poco de espuma. Se añaden los 100 gr de azúcar y se bate a velocidad mínima; según se va integrando el azúcar, se va añadiendo más y batiendo hasta conseguir el punto. Yo la he hecho así hoy y he necesitado 225 gr de azúcar. Esto es una pauta orientativa nada más, ya que según el tamaño de los huevos, el grado de humedad ambiente, etc se puede necesitar más o menos, es necesario ir añadiéndolo poco a poco.

Para saber si ha cogido el punto se puede probar en un plato. Se pone la glasa en una manga pastelera de boquilla muy, muy fina o, más sencillo aún, una manga desechable a la que le cortamos sólo la puntita (o una bolsa de plástico para congelar a la que le cortamos la puntita de una esquina), echamos un poco sobre el plato formando un pequeño dibujo y si se mantiene la forma, estará en su punto; si, por el contrario, se desparrama, tendremos que continuar añadiendo azúcar glas. Conviene trabajar el decorado sin entretenerse, ya que si se deja, se seca en seguida la glasa y se queda dura.

Manga pastelera desechable lista para decorar
Se decora la venera con la glasa y las cerezas confitadas, se coloca sobre una bonita blonda en una bandeja del tamaño adecuado y se disfruta de ella en la sobremesa de una buena comida con nuestros seres queridos :)

¡Buen provecho!








viernes, 12 de agosto de 2011

Guisantes al Romero (OV, SG)


Este es un plato que hago desde hace mucho tiempo, muy sencillo y sabroso con el toque del romero. Es una variante de los típicos guisantes con jamón, y aunque yo los hago sin este ingrediente, queda abierta la posibilidad de añadirlo. 

Lo ideal es prepararlo en plena temporada del guisante (¡qué corta es, por cierto!), y que sean frescos, todo un asequible lujo. Si, además, tenemos ocasión de conseguir tomates ecológicos de estación y no esas cosas transgénicas de piel de hormigón que suelen ser más habituales en los puntos de venta... :| ... tendremos un plato realmente delicioso.

INGREDIENTES:
- 750 grs aprox. de guisantes frescos
- 1 cebolla, picada fina
- 1 diente de ajo, picado fino
- 4 tomates medianos, pelados y troceados en cubos
- romero seco (al gusto)
- unas ramas de perejil fresco, picado 
- sal
- pimienta
- aceite
- agua 
- un huevo cocido por comensal

- 100 gr de jamón serrano en lonchas no demasiado finas, cortado en trocinos de 1cm (opcional)

ELABORACIÓN:

Poner un poco de aceite en una cazuela (yo suelo usar la olla rápida) y rehogar la cebolla, el ajo y el perejil. Añadir los tomates y dejar que se haga durante unos minutos. Salpimentar, añadir una pizca de azúcar (para corregir la acidez del tomate) y el romero (es lo que le da el toque especial, así que es importante buscar el punto que nos guste). 

Dependiendo de la cantidad de líquido que genere el tomate tendremos que añadir más o menos agua para que cuezan los guisantes. Si se utiliza la olla rápida podremos necesitar entre 1 y dos tazas, ya que necesitaremos un mínimo para generar presión en la olla. Yo suelo utilizar el mínimo necesario y dejar que se reduzca un poco al final de la cocción, con la olla destapada, porque me gustan con muy poco líquido. 

Dejar que se hagan durante unos 4 ó 5 minutos en olla rápida desde el momento en que la válvula empieza a soltar vapor, o hasta que estén tiernos si se utiliza otro tipo de cazuela.

Si se quiere añadir jamón, habría que cortarlo en trocinos pequeños y rehogarlo en una sartén aparte con un pelín de aceite para finalmente mezclarlo con los guisantes, ya cocidos.

Servir adornado con huevo cocido cortado en gajos y con patatas fritas en cubitos pequeños.





miércoles, 10 de agosto de 2011

Patatas Rellenas con Salsa Española (OV, SG)


INGREDIENTES: (Para 3 personas)


Para rellenar las Patatas:
- 6 patatas medianas
- unos dos puñados de soja texturizada fina* (ó 250 gr de carne de ternera, cerdo o mezcla, picada)
- 1/2 pimiento rojo, picado fino
- 1 cebolla, picada fina
- 2 dientes de ajo, picados
- unas ramas de perejil fresco, picado
- sal

- huevo (el necesario para rebozar; yo he necesitado 2)
- harina para rebozar (yo he utilizado de maíz torrado)



Para la Salsa Española:
- 200 gr cebolla, picada fina
- 200 gr zanahoria, picada fina
- 2 dientes de ajo
- 1 vaso de vino blanco
- 1 cucharada de harina (he utilizado de maíz torrado pero puede ser otra)
- sal
- pimienta
- perejil picado
- aceite


*La soja texturizada es proteína vegetal, una alternativa a la carne picada que se puede utilizar en el mismo tipo de preparaciones que ésta (hamburguesas, filetes rusos, albóndigas, etc). Se vende en distintas texturas (gruesa, fina) y deshidratada. Para cocinarla es necesario remojarla previamente en agua o caldo y el aspecto final, una vez cocinada, es muy similar a la carne de pollo picada.

Soja texturizada fina, deshidratada
ELABORACIÓN:


Comenzaremos por preparar la salsa

Para ello, rehogamos en el aceite a fuego suave la cebolla, el ajo, y la zanahoria. Cuando empiece a dorar, se añade la harina y se rehoga un poquitín más para que pierda el sabor a crudo. Finalmente, el perejil, sal y pimienta. Agregar el vino y remover, dejando que se haga un poco (si hace falta, añadir algo de agua o caldo hirviendo). Si se hace en olla rápida (yo lo suelo hacer, es mucho más cómodo y rápido y en este plato se agradece), cocer unos 8 minutos desde que empieza a salir vapor por la válvula. Si no, cocer un ratín hasta que se vea hecha. Pasar por el pasapurés o batidora y reservar en la misma cazuela.

Mientras se está haciendo la salsa, pelar y vaciar las patatas. Para ello, lo más práctico y cómodo es utilizar este utensilio destinado a este fin: 

(Se puede hacer con una cucharilla, pero es mucho más trabajoso).

Se empiezan a vaciar las patatas por uno de los extremos y, con mucho cuidado de no romper la patata, se va extrayendo la pulpa, que se reservará (no conviene dejar la pared exterior de la patata demasiado fina para evitar que resulte frágil y se rompa luego). Se reservan las patatas vaciadas y la pulpa obtenida en un bol lleno de agua fría.

A continuación, se prepara el relleno. Yo las rellené de soja texturizada fina, así que previamente hay que remojarla en agua durante unos minutos (según las instrucciones del paquete) para que se ablande. Transcurrido este tiempo, se escurre.

En una sartén, rehogar la cebolla, el pimiento y el ajo. Añadir el perejil y rehogar a fuego lento. Agregar la soja (o la carne picada si es el caso), salpimentar y rehogar un poco más, hasta que esté lista (la soja tardará mucho menos que la carne).

Con la ayuda de una cuchara se van rellenando las patatas y se cierran con un poco de la pulpa extraída, presionando para que forme un tapón y no se salga el relleno. Si tenéis miedo de que esto ocurra, podéis atravesar el extremo de la patata con un palillo, pero no suele ser necesario. Se rebozan las patatas rellenas en harina y huevo y luego los restos de pulpa y se fríen a fuego medio o medio-bajo para que se doren.

Se colocan en la cazuela con la salsa y se dejan cocer hasta que estén tiernas (probar pinchándolas con un cuchillo). Si se hace en olla rápida tardan muy poco, entre 8 y 10 minutos dependiendo del tamaño.

Servir las patatas en una fuente cubiertas con la salsa española...

Y... ¡¡A comer!!






miércoles, 3 de agosto de 2011

Crema Catalana (OV, SG)


La receta de hoy es muy sencilla y de un postre archiconocido, la crema catalana, pero no por ello podía dejar de incluirla en el blog. Es uno de nuestros favoritos en casa desde hace muchos años (realmente muchos, ahora que lo pienso, ya que esta receta me la dieron en Castellón cuando yo tenía... ¡16!), y como lleva Maizena, no tiene gluten. 

Ya sé que no es una receta muy ortodoxa, pero las ortodoxas nos vienen peor, que llevan almidón. Otras llevan también canela y hace poco también he visto otras con otros aromatizantes que me apetece mucho probar pero os dejo ésta porque es la que realmente he hecho siempre.

Lo siento pero me temo que hoy no va a haber foto con la crema en la cuchara, ya sé que es más fácil ver la textura y aspecto final de ese modo, pero tengo invitados y no es cuestión de andar enredando en los boles... ;)

¡Que la disfrutéis tanto como nosotros!


INGREDIENTES: (para 6 personas)
- 1 litro de leche vegetal (yo he utilizado de arroz y almendras, casera)
- 4 yemas de huevo
- Cortezas de 1 limón
- 8 y 1/2 cucharadas de azúcar integral ("panela")
- 3 cucharadas de Maizena
- Azúcar blanco (para quemar)

ELABORACIÓN:

Del litro de leche se separa un vaso y el resto se pone a calentar en un cazo con las cortezas de limón y el azúcar.

En un bol se mezcla la leche del vaso con las yemas. Se añade la Maizena y se mezcla bien pero sin batir. Se añade esta mezcla a la leche del cazo y a partir de este momento, se calienta a fuego medio, removiendo constantemente, hasta que empieza a burbujear. Entonces, se aparta del calor.

Se pasa la crema por un colador amplio y se vierte en los boles indivivuales. Se espolvorean con azúcar al gusto y se quema con la pala destinada a este fin hasta que caramelice.

Pala de quemar azúcar 
Pala de quemar azúcar eléctrica

lunes, 1 de agosto de 2011

Bizcocho... ¿de Chocolate? (OV, SG)


Pues no... no es de chocolate. ¿Quién lo diría, verdad? Resulta ligero, sabroso, esponjoso, suave... ¡y más sano! 

Hace tiempo que tenía ganas de hacer bizcocho de algarroba y "enREDando" encontré esta receta que me encantó porque parecía especialmente diseñada para mí... sin trigo, sin lácteos, sin levaduras... No sé si os pasa lo mismo pero estoy tan acostumbrada a tener que adaptar recetas, que aunque ya lo hago sistemáticamente, sin planteármelo, cuando de repente me encuentro una que no tengo que tocar para nada, me siento como si me hubieran hecho un regalo de cumpleaños, sumamente agradecida.

Esta receta, por consiguiente, no es mía. La encontré aquí. Se trata de un blog educativo, así que los que sois padres puede que encontréis en él muchas cosas de interés.

Volviendo al bizcocho... parece de chocolate pero no lo es. Los adictos al chocolate no me echéis en cara luego que no sabe a chocolate... no tiene por qué. Pero sabe rico, que es lo que importa. Es un buen sustituto para alérgicos o, simplemente, si queremos buscar alternativas más saludables o probar cosas nuevas ;). Con la algarroba se pueden hacer más productos de repostería como la crema de algarrobas y avellanas (en lugar de Nocilla, Nutella o similares), trufas, etc. ¿Por qué no probar? :)


INGREDIENTES: (Para un molde de bizcocho de 22 cm de  diámetro)
- 3 huevos
- 125 gr de azúcar integral (he utilizado "panela")
- 100 gr de almendra rallada
- 90 ml de aceite de girasol (sin refinar, de primera presión en frío)
- 100 ml de leche de arroz (yo he utilizado de arroz integral y almendras, hecha en casa)
- 130 gr de harina de arroz ecológica
- 45 gr de harina de algarroba ecológica
- 1 cucharadita rasa de bicarbonato


ELABORACIÓN:


Precalentar el horno a 180º, calor inferior y superior (con turbo).

Separar las claras de las yemas y montar las primeras a punto de nieve. Añadir las yemas y continuar batiendo. 


Agregar el azúcar, luego la almendra y, finalmente, el aceite y la leche de arroz.

Panela
Aparte, mezclar bien las harinas con el bicarbonato.

Harinas mezcladas con el bicarbonato
Añadir la mezcla de harinas al bol de los líquidos y mezclar bien hasta que quede homogéneo.

Verter en un molde previamente engrasado y forrado con tiras de papel de hornear (para facilitar el desmoldado). 


Hornear durante unos 30 minutos. A partir de los 20 minutos vigilar porque dependiendo de los hornos puede tardar más o menos. Hacer la prueba del palillo para comprobar que esté hecho. 


Desmoldar y dejar enfriar sobre una rejilla  para que no coja humedad. Decorar al gusto (yo lo espolvoreé con azúcar glas).






Esta receta ha sido tomada de www.pequesymas.com.